La partida de Lionel Messi provocará un impacto económico en LaLiga

La más que probable de la salida de Lionel Messi del FC Barcelona, tras 20 años en el club al que llegó gratis, tendrá un impacto a todos los niveles. Y LaLiga no será ajena al terremoto, como competición que pelea en el mercado con otras internacionales y diversos deportes de élite, y en la industria del entretenimiento, como le gusta llamarlo siempre a Javier Tebas. A no ser que el delantero recalase en algún equipo español, algo improbable. Sobre todo, lo notará porque, pese a que tiene muy diversificados sus ingresos y sus estrategias a nivel mundial para contrarrestar precisamente vaivenes como estos, la noticia se produce en el peor momento posible, publica diario AS de España.

Si la salida de Cristiano a la Juventus en 2018 tuvo “poco o nulo impacto”, según las palabras del propio presidente de la patronal en una entrevista el pasado mes de junio en RAC1, la de Messi dejará un agujero o, más bien, un socavón: “Sí que lo notaríamos bastante porque sigue dando mucho valor a nuestra competición”, aseguró.

Las razones son evidentes. La salida de Cristiano llegó en una época de bonanza general y, pese a su traspaso a Italia, LaLiga tuvo récord de ingresos a todos los niveles (casi $5317 millones). El burofax de Messi, sin embargo, llega en plena crisis y su desvinculación no hará más que agrandar la herida. LaLiga ya ha sufrido en torno a $236 millones de pérdidas en la pasada temporada por el hecho de tener que paralizar el fútbol y, sobre todo, por tener que jugar a puerta cerrada sin que los clubes pudieran sacar partido de los ingresos por ticketing, por los museos, la restauración y las tiendas oficiales. Además, ya ha interiorizado que no podrá llenar los estadios en muchos meses hasta que haya vacuna, con la imposibilidad de sacar abonos a la venta en este verano, y que la afluencia de público en las gradas se hará de forma progresiva y muy lenta.

A eso hay que sumar los diferentes ERTE a los que se han acogido los clubes, que en algunos casos como el Málaga ya están derivando en ERE, que el mercado no se moverá tanto (se llegaron a disparar los ingresos por traspasos a los 1.018 millones anuales en el último curso) y, lo peor de todo, que habrá que negociar los próximos contratos de televisión sin el mejor jugador del mundo como reclamo.

LaLiga, en un principio, pretendía ingresar esta temporada 2.111 millones de euros ($236 millones) por los derechos audiovisuales. Sin embargo, en el mejor de los casos, llegará a 1.915 puesto que en estos momentos la patronal está atendiendo algunas peticiones (pocas) para revisar los posibles daños y perjuicios por el parón de la anterior temporada y porque las condiciones cambiaron sobre la marcha por causas de fuerza mayor.

LaLiga logró frenar el impacto general de tener que devolver un 25% del dinero con el hecho de reiniciar la competición antes del pasado 12 de junio, que era cuando se cumplían 100 días del Estado de Alarma marcado como plazo por los operadores para poder empezar a revisar los casi 80 contratos televisivos que tiene firmados en el mundo. Gracias a ello, mantendrá los ingresos totales que le sitúan ya por encima de la Bundesliga, Serie A y Ligue1.

Pero los clubes son conscientes de que se está alcanzando el techo de ingresos por la televisión, de los que el 53% proviene de España y el 43% del extranjero. De esta manera, habrá que revisar el modelo porque lo más preocupante, siendo grave, no es que LaLiga haya pasado de vender sus fortalezas en el mundo con Messi, Cristiano y Neymar como banderas y, sólo tres años después, lo vaya a tener que hacer con Griezmann, Hazard y João Félix cuestionados; es que ni Madrid ni Barça ni Atlético, las locomotoras de LaLiga que tiran del resto, tienen de momento acceso al regreso de Neymar, al fichaje de Mbappé o al sueño de convencer a Lewandowski.

Los motivos de reforzar la marca

Esta política de nombres propios condiciona mucho el plan de LaLiga a medio plazo. Tebas, como previsor que es, ya redirigió la estrategia de los clubes hace años y últimamente ha ido encaminada a reforzar la marca de la competición por encima de los nombres propios. El empuje de los Embajadores y los fichajes de Casillas e Iniesta como iconos ha sido importante, pero el impacto en redes sociales, en cuanto a reproducción de vídeos y a ingresos publicitarios será importante sin Messi y frenará el crecimiento.

La propia Liga lo reconoce, aunque prefiere esperar acontecimientos para pronunciarse públicamente y comenzar a hacer números del impacto real de la salida de Messi. Para contrarrestarlo seguirá incidiendo en esa idea de que la competitividad sea cada día mayor, el título pueda estar más abierto y Athletic, Real, Sevilla y Villarreal den otro salto de calidad para hacer el campeonato más reñido. Sin embargo, si Telefónica ya pagó un 5% menos por el fútbol de 2019 a 2022 ($1158 millones), las previsiones en caso de que Messi salga son pesimistas para los próximos contratos que, el Pacto de Viana permite firmar en la actualidad en el extranjero por más temporadas y no obligatoriamente por trienios.

Marc Menchén, director y fundador del portal ‘2Playbook’, especializado en la industria del deporte, lo ve así: “LaLiga juega con la ventaja que ya ha renovado la mayoría de sus contratos de televisión en el extranjero a medio y largo plazo, por lo que no habrá opción a una revisión a la baja de esos contratos. Es cierto que pierde un nombre propio, y su relevancia de marca sufriría si Messi recala en otra de las cinco grandes ligas porque lanza un mensaje de que las grandes estrellas ya no sólo quieren jugar en España. En el otro lado de la balanza, un cierto equilibrio de la competitividad podría reforzar la idea de un un producto más impredecible y, por lo tanto, entretenido, para el aficionado, rompiendo el duopolio Barça-Madrid que alimentaron Messi y Cristiano”.

Posibles mercados

Los mercados a los que puede ir Messi son competencia directa de LaLiga y en la sede de Torrelaguna están a la expectativa. Si el argentino se marcha a la Premier, ésta indudablemente aumentaría su ventaja respecto a LaLiga ($1929 millones de ingresos por la tele procedentes únicamente del extranjero). Y si se va a Francia y, sobre todo a Italia (la reforma fiscal favorece su llegada debido a que los $118 millones que le cuesta anualmente al Barça se quedarían en 60 según los cálculos de los expertos), son competiciones que ahora mismo están por detrás de LaLiga en el escalafón pero que podrían comenzar a amenazar seriamente a la competición española.

LaLiga se basa en que hay muchos indicadores a los que agarrase y que indican que se está trabajando bien: sus espectadores han crecido un 11,5% en el extranjero ($3308 millones acumulados en el mundo en toda la temporada), la comunidad digital ha aumentado en 29 millones (hasta los 115) y ha pasado de tener cuatro patrocinadores a 42 en siete años. Aun así, LaLiga es consciente que Messi era el motor y que ahora habría que hablar de él en pasado. Tebas se lo olía. Por eso, preguntado por AS en una entrevista el pasado 1 de julio sobre qué le hacía más ilusión, si el regreso de Xavi como entrenador o el de Neymar como líder del Camp Nou, fue tajante: “Que siga Messi en el Barça”.

(MCM)

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